Hola a todos! hoy toca hablar de algo que siempre me ha llamado mucho la atención, tanto que a lo largo de mi vida lo he cambiado varías veces. Se trata del color del pelo. En mi caso he tenido el pelo de diferentes colores como: azul, verde, violeta, plateado, rojo, etc. En fin, se puede decir que la adolescencia da para mucho. Pero dejando atrás los años de rebeldía he de decir que el hecho de cambiar de color me sigue pareciendo interesante. Quizá no apostando por colores tan fantasía, sino por otros más sobrios como puede ser el rubio o el castaño claro.

Como todos sabemos, sobre todo los que son muy morenos, estos colores pueden ser muy agresivos para el pelo, teniendo en cuenta que hay que exponerse a decoloraciones y demás tratamientos donde se fuerza al cabello a perder su pigmento natural a través de la química. Pero, ¿es posible conseguir este color dorado sin exponerse a los agresivos productos de peluquería? La respuesta es sí, aunque si bien es cierto, la peluquería ha evolucionado mucho y ahora existen productos y decoloraciones que no son tan agresivos para el cabello. En ese sentido, si lo que buscas es un cambio drástico, te recomiendo que te pongas en manos de un profesional.

Por el contrario, para conseguir un color más natural que se adapte a tu tonalidad tienes otras opciones como la camomila. Existe la camomila en spray, en champú e incluso en infusión. 

La opción más rápida 

Si eres de los que tiene prisa, yo te recomiendo que apuestes por la camomila en loción. La puedes aplicar después de lavar el cabello y secarla con el secador. Aunque es importante que tengas en cuenta que este producto, a pesar de ser natural, seca mucho el pelo. En ese sentido, os recomiendo que incluyáis en vuestra rutina un tratamiento de mascarillas hidratantes para el cabello una vez a la semana. En cuanto a lociones, os recomiendo la marca Intea que se puede encontrar en supermercados o perfumerías.

Por otra parte, y si por el contrario, te lo quieres tomar con más calma apostando por un rubio más progresivo, la mejor opción es el champú, siendo el tratamiento que menos daño produce al cabello. Además, existen champús con extractos de camomila que son aptos para niños, lo que significa que el riesgo a estropear el pelo es mínimo. En mi caso, siempre he probado el de Johson’s Baby Champú Camomila, sin duda, el más recomendado. Todos los veranos me gusta aclarar mi pelo, la verdad es que siempre apuesto por el champú para conseguir el tono que quiero, teniendo en cuenta que mi color es castaño claro. 

Lo más exorbitante

Y el último truco, puede parecer algo loco pero la verdad es que a mí me ha funcionado. Se trata de hacer una infusión de camomila, dejarla enfriar y ponerla en una botella. Aprovecha cuando estés tomando el sol en la playa, terraza o piscina y aplícala sobre el cabello en pequeñas cantidades. Cuando termines tu sesión de sol, no superior a una hora para no quemar el pelo, aplica un buen tratamiento de mascarillas hidratantes. 

Por último, aunque yo no lo he probado, dicen que la cerveza también es un buen truco natural para acelerar el rubio natural. Aunque este remedio me parece un poco desorbitado por el producto que se trata. En ese sentido, si habéis probado más remedios naturales que no estén expuestos en las líneas anteriores, abramos un debate y compartamos todas aquellas curiosidades que nos ayuden a conseguir un rubio natural, sin tintes y sin compuestos químicos que dañen el pelo. 

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